La inteligencia artificial protagoniza una nueva Polémica por replicar el Estilo gráfico de películas del Studio Ghibli

El universo digital se ha visto inundado por una ola de imágenes generadas por inteligencia artificial (IA) que evocan la magia de Studio Ghibli, reavivando el debate sobre los límites de la IA y los derechos de autor.
Esta semana, las redes sociales estallaron con la proliferación de retratos y memes creados con ChatGPT 4o, el último modelo de OpenAI, inspirados en el inconfundible estilo de películas como ‘El viaje de Chihiro’, ‘Mi vecino Totoro’ y ‘El niño y la garza’. Los usuarios premium de ChatGPT transformaron rápidamente internet en una galería de homenajes a Studio Ghibli, desde tiernos retratos de mascotas hasta recreaciones de momentos históricos y adaptaciones de memes populares, todos filtrados a través del lente artístico del estudio japonés.

La viralización de estas imágenes generó una controversia inmediata. Una carta falsa, supuestamente emitida por Studio Ghibli, amenazaba con demandar a ChatGPT si no eliminaba las imágenes no autorizadas en un plazo de siete días. Sin embargo, el estudio de animación japonés desmintió la autenticidad de la misiva, aclarando que no habían emitido ninguna demanda.

El incidente ha reavivado el debate sobre el uso de datos protegidos por derechos de autor por parte de las IA generativas. Gigantes tecnológicos como OpenAI han sido objeto de demandas en Estados Unidos por presunta infracción de la propiedad intelectual, aunque ninguno de estos casos ha llegado a una resolución definitiva.

La postura del legendario cofundador de Studio Ghibli, Hayao Miyazaki, añade peso a la polémica. Miyazaki ha expresado en repetidas ocasiones su aversión a la IA en la animación, calificándola como “un insulto a la vida misma”.

El propio director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, se sumó a la tendencia al cambiar su foto de perfil en X por una imagen generada con el estilo Ghibli. Sin embargo, la alta demanda de imágenes ha provocado problemas de rendimiento en las GPU de OpenAI, lo que ha obligado a la empresa a implementar límites de velocidad temporales.

“Es divertidísimo ver a la gente encantada con las imágenes en ChatGPT. Pero nuestras GPUs están que echan humo. Vamos a introducir temporalmente algunos límites de velocidad mientras trabajamos para mejorar la eficiencia. ¡Ojalá no tarde mucho!”, publicó Altman en X.

La controversia en torno a las imágenes generadas por IA al estilo Ghibli pone de manifiesto la necesidad urgente de establecer marcos legales claros que regulen el uso de la propiedad intelectual en el desarrollo y la aplicación de la inteligencia artificial.

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