La madrugada de este lunes, la alfombra roja de los Grammy se iluminó con la presencia de Jaden Smith, quien deslumbró a todos con un tocado tan loco como único. El joven actor y rapero, siempre a la vanguardia de la moda, lució un impresionante accesorio negro en forma de castillo de vampiros, convirtiéndose en el centro de atención de la velada. ¿Una jugada maestra de estilo o una estrategia para desviar el foco del regreso de su famoso padre, Will Smith?
Jaden asistió al evento como acompañante de su hermana menor, Willow Smith, que estaba nominada a dos premios. Aunque el tocado fue la verdadera estrella de la noche, el resto del look de Jaden no se quedó atrás. Optó por un clásico esmoquin de Louis Vuitton, pero con un patrón que definitivamente rompía con lo convencional, manteniendo su marca personal de audacia y originalidad.
Por su parte, Willow brilló con un conjunto espectacular que incluía un sujetador y braguita de Fleur du Mal, un abrigo negro de Alexander McQueen y zapatos de Versace. Su talento fue reconocido en las categorías de mejor ingeniería de grabación para su álbum *Empathogen* y mejores arreglos para su tema *Big Feelings*.
No obstante, la presencia de su padre, Will Smith, también captó la atención. Después de su controversial incidente en el escenario de los Oscars en 2022, muchos se preguntaban cómo sería su regreso a la escena pública. Al presentar un galardón de honor a Quincy Jones, se notó que la familia Smith estaba lista para enfrentar los focos nuevamente.
La noche fue un verdadero desfile de talento y creatividad, y Jaden Smith, con su asombroso tocado, no solo se aseguró de dejar una huella en la historia de los Grammy, sino que también invitó a todos a reflexionar sobre cómo la moda puede ser utilizada como una poderosa forma de autoexpresión.
